Un caso en la red solidaria que estamos haciendo en pandemia.

Hoy salimos de misión solidaria y la verdad es que me dió pena y alegría al mismo tiempo.

Un matrimonio de personas adulto mayor no ha recibido beneficios estatales, están cesantes desde fines de 2019 y la señora con enfermedad en silla de ruedas.

Pena porque frente a esto, unos particulares se ofrecieron para ayudar a varias familias. Al llegar a la casa se fueron porque vieron que aparentemente los abuelitos vivían bien.

Precisamente estamos colaborando con aquellas familias de adultos mayores, enfermos crónicos, madres solteras en contexto vulnerable y que más encima se les niega el apoyo estatal.

Eso no se hace, es de mal gusto jugar con la ilusión de las personas.

Lo bueno es que hay gente en este caminar que estará para resolver estas situaciones y a ellos agradecemos su disposición por llevar alegría a un hogar.

Sigamos construyendo esta red solidaria solo sabiendo que hacemos una buena acción y que no esperamos recompensa.

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