Las organizaciones sociales y personas naturales tienen derecho a acceder a recursos públicos (económicos, materiales, humanos) de las diferentes reparticiones sin que por el hecho de dar esas facilidades deban autoproclamarse como organizadores.
En más de una ocasión ha tocado ver como alcaldes de turno, oficinas, corporaciones, futuros candidatos y otros políticos se roban ideas o protagonismo solo por ayudar a «facilitar» el acceso. O ponen otra actividad similar encima y en el mismo lugar, generando hasta bloqueos comunicacionales.
Se agradece a quienes están dispuestos a aportar desde la vocación de servicio y que siempre están activos, con o sin cargos.
La comunidad siempre lo tendrá presente.