Me olvido, te recuerdo y te tengo.

Yo no sé cómo llamarte,
pero sí donde ubicarte.
Sólo un día te ví,
y luego te esfumaste.

Ahora perdido estoy,
por venir a tu encuentro
¿Dónde vives, cómo te llamas?

Pensando voy retrocediendo,
y soy capaz de adivinar quien o qué eres.
y otra vez no hallo la explicación
a esta tremenda confusión.
¡Ay! vida mía te lo llevas, lo devuelves
y resulta tan mágico.

Con un solo beso has provocado
lo que ninguna antes había hecho,
enamorarme.
Y sólo te recuerdo como la niña de ojitos lindos.
¡ah! pero si tu nombre es… Celeste.

Quien hace que duerma profundamente
hasta alcanzar una paz inigualable
que nada más que contigo quiero compartir,
y vernos por siempre feliz.

“A lo físico resulta vacío, a una sensación por fantasía, inexplicable”.

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