Suben tristes las almas al cielo,
mientras en la tierra llora descabellado zorzal.
Pero son las alelíes sonrientes,
las que frenan el sollozar.
Nace turbulante entre piedras y diamantes,
flamante orgullo infernal.
No para surgir, ni para matar y dar vida
solo al pedregoso terrenal.
Como un río hacia el mar.
Cientos de voces que auroras,
para escuchar solamente a este conjunto
en el que llegas para apreciar.
Te vuelas y te vas… llegas a fingir.
Con cierta cabellera ensamblada
a especial figura declamada.
Como lo que se vislumbra a lo lejos en el ramal,
hoy estas y se debe acallar.
Gatea, camina, corre y vuela a lo más alto,
sin mirar hacia atrás.
Tu sonrisa refleja mil emociones
que fluyen por tus labios
hacia un despegue a la eternidad.
¡no se quiso enojar!
“No puede uno acallar, sin haber plasmado círculos ganados por días de bondad”
PatricioBS.