Homenaje a Pedro Antonio González…de pasada por Curepto

Hoy domingo por la madrugada con un amigo fuimos a Curepto a dejar a unas niñas que habían quedado sin locomoción después de un carrete.

Durante el año en el curso de letras de la región habíamos visto muchos autores del maule, entre ellos estaba Pedro A. González y en esta visita no podía dejar de estar en el reacomodado y renovado monolito en su homenaje.

La experiencia fue buena, pero corta de todas maneras anteriormente había visto el documental que hicieron los decendientes de este poeta «maldito».

El recordatorio se encuentra al frente de la plaza de armas en el frontis del BancoEstado.

En fin una pasadita corta y muy provechoza, además nunca había ido a Curepto.


Reseña….

Pedro Antonio González Valenzuela nació el 22 de mayo de 1863 en el pueblecito de Coipué, en las vecindades de Curepto, Chile.

Es hijo de la verde y extensa tierra del Maule.

«Su verso fue temprano y lírico, asentado en sólidas bases humanistas, que le permitieron ubicarse entre los más asiduos precursores del modernismo poético en nuestro país. Gran parte de nuestros bardos le deben mucho a su talento», con estas palabras Marino Múñoz Lagos reconoce el valor no sólo de toda la obra poética de Pedro Antonio González, sino también, de la antología «Poetas chilenos», que no sólo fue la primera antología del siglo XX, sino que se adelantó a la comentada Selva lírica.

Pedro Antonio González se ganó la vida escribiendo y enseñando. Como periodista lo hizo en medios de comunicación como «La Tribuna», «La Ley», «La Revista Cómica» y «Santiago Cómico», que aparecían en Santiago a fines del Siglo XIX.

Como profesor, hizo clases de historia moderna y contemporánea, de literatura, filosofía y gramática en los liceos Santa Teresa y de Señoritas. Estos establecimientos educacionales eran dirigidos por las brillantes pedagogas Antonia Tarragó e Isabel Lebrun de Pinochet.

En cierta ocasión se enamoró de una de sus alumnas, con la que se unió más tarde en matrimonio. Su nombre era el de Emma Contador.

Aunque fue un bohemio intransigente, nunca dejó de escribir poesía: acechado por la soledad y la pobreza, bebió con ansias su licor triste. Murió en el hospital San Vicente de Paul acompañado por sus amigos profesores y estudiantes, quienes le brindaron el adiós de los consagrados. Dejó varios libros que se publicaron en vida y después de su muerte.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Antonio_González

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